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Showing posts from January, 2020

Bajo la Tierra

Tras los Paramos negros de abetos resonantes. En las entrañas de la tierra, bajo la luz de la madre negra. Los mitos encienden inciensos a dioses olvidados. Los cantos elevan ondas de resonantes sigilos. Los arcanos mitos incitan Su lujuria. Más cerca del núcleo que del sol, la luna negra aguarda abismal. El ángel caído que hizo la noche eterna. El agua negra que causó la condena eterna. La hifa siniestra que susurra en Su oído. El trono de marfil en el que posa su flor. El ímpetu mortal de fuego y calor. Alzan las manos los olvidados inmortales. Cantan y bailan en torno al trono albino Follan e incovan al reptante abismo. En las entrañas de Gaia hay una ciudad, El arcano crisol para hervir la obra magna. De obsidiana son sus torres, doradas sus fornicaciones. En las entrañas de Gaia hay una ciudad, El arcano crisol para hervir la obra magna. El oro corre como agua en los ríos. Dadme del fruto que me han convidado. Que el flagelo negro ahora brote de mi.

Abismo

Hay sangre corriendo lento en torrentes pesados el aire se vuelve más denso con cada respiro. Mis huesos se secan a la intemperie del tiempo, mi recuerdo se erosiona en la inanición El tibio abismo me acaricia, me ha besado, estoy sometido por este oscuro vampiro. Nuestro lazo trasciende al efímero tiempo, pero he aprendido a vivir con mi maldición. Me sumerjo en su tibia y negra inmensidad,  no sirve huir de mí mismo.  Finalmente estoy a merced de tus apéndices,  de su sabroso cataclismo. Sólo quiero rendirme a tu negro cariño flotar perpetuo en tu preciosa profundidad.  Adentro de ti encuentro preciosos destellos diamantes de belleza inexorable,  tu verdad. Intento negarlo, intento huir de ti, pero solo en tu belleza encuentro paz.  Intento sangrarte fuera de mí, intento cauterizarte fuera de mi carne.  Todo resulta en vano, por que este abismo soy yo.

Navegante Lunar

En la complicidad de la traviesa noche, bañado por la luz de la blanca nodriza, mis pasos tibios humedecen tu alma. La canción prohibida que mis labios derraman tibia y lentamente sobre tu espalda, merman el poder falso del tiempo. Hoy tu boca exhala mi nombre en un suspiro, hoy tu vientre recibe mi calor en tus sueños. Tus frondosos labios, carnosos frutos de éxtasis. Tu carne tiritante, blanca, suave y dulce, hace arder mi pecho con solo ver tus contornos. Tu cuerpo frondoso cuya exquisitez me obsesiona, tu alma ardiente que a me enamora, tu sabor y la música que derramas de tu boca, la sinfonía sensorial perfecta para mi alma. Hoy te veo, aunque tu no lo esperas, hoy camino a tu lado aunque aún no despiertas. Nuestro encuentro patrocinado por la blanca luna, nuestros caminos cruzados por leyes supremas. Hoy mi alma se encuentra con la tuya, en los más íntimos sueños de supremo éxtasis. Mañana vuelvo en revuelo dorado para darte mi ser en tus sueños privados. Pronto la carne estará...

Caen

Caen como granos de arena en un reloj  Los segundos que se queman, evaporándose  En el aire dejando delgados hilos de humo.  Caen como gotas de agua en la lluvia  Los recuerdos de aquel pasado, ahogándose  En el olvido y con ellos la vida que hubo  Caen como granos de arena en un reloj  Los segundos que me separan de la epifanía,  El descubrimiento de esta letal soledad.  Caen como gotas de agua en la lluvia  Las lagrimas de un cadáver sin vida,  Los susurros etéreos de una verdad.  Caen como eterna lluvia de cenizas  Las esperanzas rotas y el beso de tu traición  Caen como los ángeles mutilados  Los trozos de cordura en devastación  Cae como un amor en el olvido  La esencia de la vida y la verdad.  Cae como un futuro moribundo  El recuerdo de una vieja amistad.  Vuelan aladas las horas anunciando el horror y el infortunio,  Vuelan ardiendo ...

Apoteosis del Abismo

1. Apoteosis I La montaña se eleva tan alto de la ciudad. Su altura se impone al paisaje, las torres de concreto y plazas se ven tan pequeñas desde aquí. Tan carentes de importancia. Eso somos tan solo, una minúscula partícula luminosa en el inmenso abismo. No se requiere recorrer mucha distancia para que todo el esfuerzo que hacen las lumbreras por perpetuar su brillo, por aumentarlo, sea en vano y todo quede sumido en las sombras. Lo que digo podrá sonar muy pesimista, pero para mí es en realidad algo sumamente reconfortante. Poder tener la habilidad de comprender que la importancia intrínseca de todos nuestros miedos y preocupaciones son tan diminutos. Para alguien normal esta realización de insignificancia debe resultar devastadora, enloquecedora. Un coro infernal que invoca la demencia ante la ensordecedora voz de un millón de gargantas al unísono del mal. El mismo universo desintegrándose grano por grano como un mandala hecho con estrellas. La consecuencia d...